Con el tiempo y miles de hormigas que no he podido salvar de la debacle, comprendí que lo nimio siempre está en peligro de ser barrido. Las revoluciones y las guerras arrasan con lo pequeño; con todo aquello que no aparece en las estadísticas ni en los grandes libros de historia. Las diminutas cosas que dan cuerpo y vida a una sociedad perecen cuando se abre la pila de los cambios violentos y de los conflictos bélicos.
El sabor de una fruta perdida en la memoria, una tarde en el contén del barrio hablando a máscara quitada, un ternero trotando en el campo sin temor a ser sacrificado ilegalmente, una limonada fría que no te ha costado una hora de cola. Todo eso forma parte también del hormiguero, aunque esas “lavanderas” que quieren limpiar y sacudir un país, crean que son antojos de minúsculos bichos.
Sigo siendo aquella niña temerosa de los que quieren cambiarlo todo, con recelo de los que proponen dar cepillo a las estructuras tradicionales। Me fío más de la pequeñez de las hormigas, de su constante caminar y de su lenta posesión de los espacios. Ellas, que aún son barridas por los chorros de agua, un día cerrarán por sí mismas las pilas.
El Blog de Yoani Sánchez, es reproducido fielmente del blog original। En un intento de expandir aun más la voz de esta joven bloguera, prisionera en su propia tierra
Atte. Abel Desestress
Direccion del Blog Original: http://desdecuba.com/generaciony/
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